28 mar 2012

Llenos de vida: fans de Fante

Bandinis y bandidos, fans todos de Dan Fante y también de su padre, nos reunimos ayer en Heliogábal para rendir homenaje al hombre y a la estirpe (y de paso presentar en sociedad Primera Persona). 
Si algún autor nos ha impulsado a sacarnos de la manga algo como este festival, ése es John Fante. Si algún autor vivo es su digno heredero (más allá de que, efectivamente, sea su vástago) ese es Dan Fante. Y lo demostró a lo grande. 
Estamos hablando de héroes sin placa, estamos hablando de autores "de culto" (esa etiqueta comercial para designar a autores que siguen unos pocos, unos pocos que los aman con pasión incondicional hasta que se convierten en legión). Aun así, el Heliogàbal (jugábamos todos en casa) se llenó de gente para ver al venerable hombre debajo del bombín y detrás de las gafas de David Hockney. Dan despachó poemas y fragmentos descarnados con fraseo a lo John Cooper Clarke y con una voz que podría derribar robles centenarios. Dan, también, se vino arriba y leyó muchos fragmentos y por la sala corría un silencio de misa de domingo (con vino incluido, evidentemente). 
Antes habían leído escritores que escriben porque leyeron a Fante. Eso no es fácil: autores que cambian vidas. Escritores que se cartean con Dan, que piensan que John está a la altura de los grandes, que bautizan a sus hijos Bandini y que tienen correos electrónicos con el mismo nombre. Fan(te)s.
A Dan le gustó cómo sonaban sus vivencias explicadas en español, en voz de Cristina Fallarás, Francesco Spinoglio, Laura Fernández y Lucía Lijtmaer. Antes, abrió el acto Raúl Argemí. Con más tablas que un teatro con mucha solera, tuteó a Dan y la entrevista que publicara en su día en Sigueleyendo fue la mejor carta de presentación. 
Después, Otero y Amat insistieron en poner discos algo más oscuros de lo habitual: sonaron The Chills, Zounds y Theoretical Girls (y el "Out of my mind on dope and speed" de Julian Cope) pero la cabra tira al monte y todos acabamos bailando Los Canguros, Pistones, The Bats, Chango Abellán, Sting-Rays y Ludus.
En esos momentos Dan ya debía estar en el hotel, acompañado por los amables editores de Sajalín, con los que organizamos el acto, y también por su familia.
¿Porque hemos dicho que conocimos a una tercera generación Fante? Un niño con melena rubia y Beckelar, y con un brillo en los ojos que no dejó de centellear ni un segundo, aplaudió a  rabiar cada lectura. Era el nieto de John, el hijo de Dan. Y nos encantó conocerlo. Porque esta historia continúa.

27 mar 2012

Derribos Home

Ya podemos ir confirmando el cariz que va a tomar el show de nuestro admirado Stewart Home, demoledor de la cultura seria, neoísta, skinhead ocasional y amante del S&M. En primer lugar abrirá Javier Calvo, confeso fan del inglés, leyendo "New Britain", de la colección de relatos No Pity. El propio Home definía este relato como "una historia visionaria de anarco-sádicos que incendian editoriales aburridas". El cuento en cuestión terminaba con estas palabras: "Girls punched their fists in the air and boys fainted as Hamish wiggled his pelvis. Clothes were thrown in heaps on the floor and very soon a huge orgy was in progress. This wasn't the new Britain dreamt of by the Guilds, but a society in which the imagination had seized power! . . . In the new society, great writing would be made freely available to the people, while literary bores who wanted to read traditional crap would be shot." O sea, que pueden esperar orgías, piromanía, destrucción, anarquía y libros espantosos de autores inmundos ardiendo por doquier, mientras se ejecuta sumariamente a todos aquellos que aún insisten en leer ladrillos de autores pomposos. Aquí pueden ver a Home en el video promocional de No pity para AK Press, haciendo el bárbaro y manifestándose en la puerta de Faber & Faber con una pancarta neoísta.
En cuanto al propio Home, secretivo y misterioso como es, solo hemos podido sonsacarle que leerá fragmentos de Blood rites from the bourgeoisie haciendo el pino (no es una broma), y también seleccionará algún pedazo del recientemente traducido Memphis underground (Alpha Decay, 2012). Cuando le sugerimos que tal vez el público encontraría interesante algún ensayo del magnífico Acelerados al máximo; punk rock y teoría del género (también traducido recientemente por la editorial Libertos), Home contestó diciendo que "de acuerdo, diles que sí, que leeré algún fragmento del libro que no hable de Skrewdriver o Crisis, aunque luego no voy a hacerlo". Viva Stewart home. Demolish Serious Culture.

21 mar 2012

Fiesta Prólogo con Dan Fante

Si nos pusieran una daga en el gaznate y nos apremiaran y obligaran a decir qué escritor (vivo o muerto) encierra la esencia de Primera Persona, seguramente farfullaríamos con la hoja en la nuez, pero con sobrado entusiasmo, que ese escritor es John Fante.
Puerta de entrada de muchos a esto de la literatura, su narrativa a tumba abierta sobre sus penurias cotidianas marcó un punto de inflexión en el insano ejercicio de airear las miserias de uno en negro sobre blanco. Su vástago Dan es sin duda un digno sucesor de esa misma apuesta.
Por todo ello podemos decir que se han alineado los astros para celebrar la mejor presentación/prólogo posible al Festival Primera Persona. Compinchados con los generosos responsables de la editorial Sajalín, presentaremos su libro de memorias (y relaciones paterno-filiales) Fante. Un legado de escritura, alcohol y supervivencia.
Contaremos con la presencia del autor, proyectaremos imágenes inéditas y otros escritores afines leerán algunos fragmentos. Como guinda, Amat y Otero harán rodar impecables vinilos sobre vidas torturadas.
Todo esto sucederá el próximo martes día 27 en el bar Heliogàbal (Ramón i  Cajal, 80). Jugaremos (y nos sentiremos) en casa.

Jordi Valls: el último nihilista catalán


“¿Cuándo oí hablar de Jordi Valls por primera vez? Las menciones secretas de su nombre se iban sucediendo a mi alrededor a lo largo de las décadas, como pronunciadas en corso por individuos cripto-patibularios. Al principio no tuvo ni denominación: el hermano mayor de un amigo de adolescencia, mod como yo, me comentó a mis quince años que en el libro Punk (Star Books, 1977) de Salvador Costa había fotos de punks catalanes mezcladas con las instantáneas de punks londinenses del ‘76. Mientras fotocopiaba con furia las fotos de Jam y Generation X del libro para empapelar mi habitación debí tratar de averiguar una y otra vez quién rayos era el punk catalán del libro, sin éxito. Sólo veinte años más tarde aprendí que el célebre punk nostrat estaba ciertamente en Londres durante los conciertos captados en el libro, si bien su fotografía –la penúltima del libro- fue tomada en Barcelona, durante unas vacaciones. Valls es el individuo con pinta de Marky Ramone, imperdible desmesurado hincado en una mejilla, gafas Gestapo y cazadora de cuero con calavera en la solapa que aparece en solitario, cerca del final.
¿Pero quién era Valls, y cuál era su historia? ¿Qué hacía aquel catalán universal bailando pogo en el Roxy en 1976, qué le llevó allí y qué extrajo de todo ello? Una de las consecuencias de su espontánea y dedicada conexión con el punk rock (pese a que le pilló ya con treinta años, a lo Claude Bessy) fue su inmediato contrato emocional –de por vida- con la escena Industrial inglesa, de la que Valls formaría parte en sus años cruciales, convirtiéndose en colaborador esporádico de Throbbing Gristle y Psychic TV, así como confidente y aliado de Whitehouse y Current 93. El apasionado Valls decidió asimismo fundar su propio proyecto, Vagina Dentata Organ, que –al margen de sus múltiples resultados prácticos- volvería a cruzarse en mi camino en forma de disco carísimo, en la tienda de discos del Soho londinense en la que trabajé durante un par de años. Allí, colgado de la pared y valorado en una suma extravagante, volvía a aparecérseme un fruto de Valls, aunque yo no lo supiera aún.
Finalmente, Valls volvió a Barcelona –hace un par de años- para trabajar en una exposición en el centro de arte Santa Mònica, The London Punk Tapes, audiciones de sus cintas originales de conciertos de punk londinense de 1976 y 1977 en un entorno evocador del milieu punk (con algo de imaginería VDO Valliana). Para entonces ya conocía parte de su historia, pero quería saber más (y de paso saludar a mi recalcitrante héroe Vic Godard, también invitado a presentar la exposición). Cuál sería mi sorpresa al descubrir –ya conversando con Valls en un bar de Las Ramblas- que su historia era aún más fascinante de lo esperado. Momento anunciación: Valls, comentando como el que no quiere la cosa que de hecho su primer viaje a Londres fue en 1963, y que vivió en el Soho, y me acuerdo mucho de los pequeños mods que había en cada esquina, con sus sombreros bluebeat, bla-bla... Y nosotros así, escuchándole hablar con la mandíbula rozando el suelo. Allí supimos que había que entrevistar a fondo a Jordi Valls para lograr desentrañar su azarosa y privilegiada vida, y de este modo aprender una vez más de uno de nuestros pioneros, de otro fundador de nuestra tradición juvenil.” Kiko Amat
(de La Escuela Moderna #6; pueden descargarla aquí)

Un par de extractos de la entrevista:

Háblanos, por favor, de los clubes que frecuentabas (Discothèque, Flamingo, ¿el 2 I’s quizás?) y los discos que escuchabas (el otro día mencionaste el “My boy lollipop” de Millie) ¿Entablaste conversación con alguno de aquellos incipientes modernistas?
Me hice socio de La Discothèque, un club mod de música al lado de mi casa en Wardour Street. Situado en un primer piso muy oscuro. Bailábamos como locos, separados, y en un gran círculo. Todos éramos teenagers. Ellas dejaban sus bolsos en el centro, sobre el suelo. En lugar de sillas, y mesas habían camastros uno al lado del otro para tumbarte con tu pareja. La anfetamina era la droga reina, mezclada siempre con alcohol. La música enlatada salía directamente de un techo muy bajo por unos altavoces redondos inmensos, a máxima potencia, el sonido del rhythm & blues, bluebeat y ska te aplastaban contra el suelo. El 2 I’s, y el Heaven and Hell, coffee bars, estaban juntos, uno al lado del otro en mi misma calle. Cada día pasaba por delante, y siempre había mucha marcha y gente guapa. Para mí todo Londres era nuevo y fantástico. Luego supe que el 2 I’s, seguramente fue el primer club de rock n’ roll de Europa. Iba a menudo también a Les Enfants Terribles, un coffee-bar en el mismo Soho, con mucho ambiente y música, muy célebre en su momento. En el Marquee vi a los Yardbirds con Eric Clapton. Para bailar con muy buena música también frecuentaba The Last Chance club, en Oxford Street. Con gente del curro una noche fui al Flamingo, situado en un sótano en Wardour Street, actuaba Georgie Fame & The Blue Flames. Yo ya conocía su bluebeat y voz melosa. Escucharlo in person en el tugurio mas in del momento a tope de gente, un ambiente terriblemente hot, era sensacional. Algún fin de semana también iba al gran dance-hall de Leytonstone Baths, al este de la ciudad. Allí actuaban varios grupos a la vez. El publico en estas ocasiones estaba compuesto por teddy-girls, teddy-boys, rockers y mods. Era un espacio grandioso. En el suelo, en medio de la gran pista, había pintada una gran línea blanca para separar los teddies y rockers de los mods. Los mods ocupaban la parte trasera del hall. Nunca vi peleas y la línea blanca la cruzaban unos y otros sin problemas. Todos bailando a gogó…Las veces que fui por allí actuaba gente como Screaming Lord Sutch, Dave Clark Five, The Hollies, Freddy and The Dreamers, The Swinging Blue Jeans, y algún otro que no recuerdo. Sí que vi las peleas de mods y rockers de Margate y Brighton por televisión. También iba al Studio 51, en el Ken Colyer’s Jazz Club, donde actuaban The Downliners Sect, un grupo de rhythm & blues. Otras noches, por falta de dinero, me iba ya tarde andando al 100 Club de Oxford Street’, para escuchar desde la calle (a través de una claraboya en el suelo de la acera) a grupos de R&B, que ni sabia quienes eran. Allí mismo ya había visto actuar a los Groundhogs y  The Art Wood Combo. Una vez fui al Odeon Hammersmith, donde vi a Ella Fitzgerald con el Oscar Peterson Trio. También al maestro Duke Ellington, en el Royal Festival Hall. Incluso un día fui a ver al nureyev del flamenco español, el gran bailarín Antonio, que actuó junto a la superstar Rosario, en el Theatre Royal, en Drury Lane. Su performance fue apoteósica. Al final el publico les aplaudió mas de diez minutos en pie, y desde platea les lanzaron rosas rojas.
En Londres me compraba algún disco de mis conjuntos preferidos para llevarme luego a Barcelona, pues en el Soho no tenia tocadiscos, aunque de todas maneras en el trabajo y en casa siempre oía la música del momento por la radio. Estaba bien informado. También soy un devorador de periódicos. Una mañana en Charing Cross Road delante de la librería Foyles me encontré con Mick Jagger: le pregunté cuándo saldría su primer LP y me dijo que estaba a punto de salir a la calle. Así fue como llegue a Barcelona en julio de 1964, con el fantástico primer álbum de los Rolling Stones bajo el brazo. Mis conversaciones con los mods principalmente eran sobre música.  Ellos rompieron con el pasado de los teddies. Como sabemos, los mods con sus parkas y Lambrettas fueron los primeros modernos de la larga postguerra británica. Recuerdo una discusión que tuve con un mod, que insistía en que los Stones eran mods porque vestían bien. Le arranqué esa estúpida idea de la cabeza. Los Rolling Stones no necesitan encasillarse en nada. Son músicos y punto.
(...)
Cómo recuerdas el advenimiento del punk-rock, ese amanecer dorado (si bien cubierto de  escupitajos). ¿Cuál fue tu primer avistamiento, tu primer concierto, cuáles fueron tus reacciones iniciales al fenómeno...?
Para mí, el primer aviso punk fue el mes de mayo de 1976, una tarde en la Roundhouse con Patti Smith y los Stranglers de teloneros. Era la primera actuación de Patti en Europa. Poco después en el mes de agosto en el cine The Screen on The Green, en Islington, habia un Punk Midnight Special, de media noche hasta la madrugada, con los Sex Pistols, The Clash y Buzzcocks. Fue una experiencia increíble. Instintivamente me di cuenta que aquello marcaria una época y el fin del rock. Los Pistols y los Clash, me causaron una sensación fresca y bestial. En aquel pequeño cine de barrio estaban de espectadores todos los conjuntos punk londinenses. Incluyendo el Bromley Contingent, el grupo de punks chicos y chicas amigos íntimos de los Pistols, y Siouxie Sioux, que iba vestida de dominatrix, con el brazalete rojo de la esvástica en el brazo y los pechos blancos al descubierto. Al mes siguiente, septiembre, vi el primer festival punk en el 100 Club de Oxford Street, con los Sex Pistols, Clash y Subway Sect. Desde aquel día, pase dos años seguidos viendo punk en directo sin parar, varias veces por semana. Muchas noches iba corriendo de un club a otro para no perderme nada. Lo divertido es que en la misma cola para entrar en el siguiente local te encontrabas a los mismos punks del club anterior, Mark P. del Sniffin’ Glue, o miembros de los Clash, Subway Sect, Pistols, Damned o cualquier otro conjunto punk que acabáramos de ver actuar aquella misma noche. Así mientras hacíamos cola para entrar había un espíritu de gran complicidad entre nosotros, pues todos nos conocíamos de vista, o hablábamos de la actuación anterior, o de la siguiente.
¿Qué grupos te gustaban más? Aquí en esta santa casa somos bastante de Generation X, Jam y primeros Clash, la verdad. Cuéntanos cosas, anécdotas, todo lo que se te ocurra, de Slits, Damned, Pistols, McLaren... ¿Conociste personalmente a alguno de esto de estos pájaros?
Solo he cruzado palabras con casi toda la gente de estos grupos y de otros. Conocí personalmente a los anarquistas Crass y Poison Girls. Un día sin avisar fui a visitar a Malcolm cuando su estudio estaba aún en pleno Oxford Street. Estaba solo y me recibió muy bien. Hablamos de anarquismo catalán y español. Al despedirnos, sin haberle pedido yo nada, me regaló los grandes posters originales de los Sex Pistols. También fui a ver a Bernard Rhodes, el manager de los Clash y Subway Sect. Un tío campechano, con ganas de romper con la industria discográfica. Una noche, saliendo muy tarde del Roxy, acompañé a su casa en mi 2CV a Chrissie Hynde cuando todavía no existían los Pretenders. Entonces Chrissie era solamente otra fan del punk. Nos conocíamos de vista. Me invitó a fish & chips, pero decliné su amable oferta debido al cansancio crónico que acarreaba tras 2 años de punk. Cada noche teníamos una sorpresa. Por ejemplo, con Irene y mi hermano Oscar (que estaba de paso por Londres) vimos la presentación oficial de The Jam en Londres, en el Upstairs del Ronnie Scott’s. Un local pequeño encima del club de jazz más conocido de Europa. Había muy poca gente, solo periodistas del MM y NME, y cuatro gatos más. Y sin embargo su actuación fue electrizante: Paul Weller actuó como si estuviera delante de 100.000 personas. Lo dio todo. Recuerdo que se le rompió una cuerda de su guitarra y Captain Sensible de los Damned, que estaba por allí, le dio una cuerda de repuesto. Al final de su actuación rompió con rabia su guitarra en mil pedazos, así se consagro como hijo adoptivo de Pete Townshend de los Who. Luego hablamos con Paul y su padre, que hacía de manager en aquel momento. También estaba Shane MacGowen, el futuro cantante de los Pogues; nos conocíamos mucho de todas nuestras noches punk. Lo bueno del punk es que no había ningún conjunto igual. Todos tenían su propia personalidad, diferentes matices. Una cosa importante a resaltar es que los Sex Pistols, (con Glen Matlock) The  Clash, The Damned, Generation X, The Stranglers y The Jam, eran realmente grandes músicos. Es una tontería afirmar que en el punk nadie tenía ni idea musicalmente hablando. Por otra parte yo tenía una inclinación muy especial por Subway Sect. Fueron la Velvet Underground del punk. Pero a la hora de la verdad, una vez vistos los Pistols en vivo, aquello fue el fin del rock para mi. Imposible de superar. Punto y final de mi largo idilio con la música rock.
(...)
¿Cuándo nace tu interés por lo industrial y la electrónica combativa? ¿Hay un primer contacto con el entorno Throbbing Gristle pre-Vagina Dentata Organ, o sólo empezaste a relacionarte con ellos cuando ya estabas trabajando con tu propio “grupo”?
Aparte de Stockhausen, la música electrónica no me interesaba hasta que Throbbing Gristle y Whitehouse la recondujeron con alta dosis de perturbación y perversión. En plena explosión punk a finales de 1976, vi la instalación PROSTITUTION de Genesis P-Orridge y Cosey Fanni Tutti, en el Instituto de Arte Contemporáneo (ICA) de Londres. Esta exposición hizo que un miembro del parlamento británico declarase que “esta gente es la ruina de la civilización”. Un piropo inmejorable, que trajo el consiguiente escándalo en todos los medios de comunicación británicos. También leí una entrevista de Gen en Melody Maker donde rompía con todos los tópicos del rock. Por otro lado, mucho antes del punk y de la música industrial, me había interesado vagamente por los compositores clásicos de laboratorio como Arnold Schöenberg, Mompou, Edgar Varèse, Stockhausen y John Cage. A Cage le saludé en Cadaqués, después de una rueda de preguntas y un concierto suyo interpretado por la pianista Alicia Larrocha. A principios de 1977 me topé por casualidad a Genesis P-Orridge en la calle, en Berners Street, en el centro de Londres. Iba con el pelo largo hasta media espalda con un triangulo rapado sobre la frente. Buscaba una peluquería. Lo paré y  hablamos. Me conto el proyecto de Throbbing Gristle. Así empezó nuestra amistad, que duró todos aquellos años hasta hoy; aún seguimos en contacto. Otra cosa sobre el nombre de Vagina Dentata Organ: desde muy joven conocía el mito de la vagina dentata gracias a un cuadro de Picasso. También lo había leído mas de una vez en la prensa, y en algún libro de Freud, y más tarde en el libro Psychopathia Sexualis del Dr. Richard Krafft-Ebing, un psiquiatra especialista en parafilias sexuales. El mismo día en que me encontré por primera vez a Genesis, él llevaba un gran bolso de piel con una inmensa vagina dentata pintada a un lado del bolso. De aquí nació mi nombre de guerra: Vagina Dentata Organ. La vagina castradora de mi obra sónica y mis acciones en directo. Ese mismo año, 1977, vi actuar en el Electric Circus de Camden Town a Warsaw, con Ian Curtis de cantante. Más adelante fui con Throbbing Gristle a Manchester en 1979, pues tocaban en The Hacienda. En la primera fila de fans estaban Ian Curtis y todos los de Joy Division. Como sabemos, desgraciadamente, Ian se suicido a los 23 años, en 1980. Era amigo de Genesis.”

(Jordi Valls estará en nuestra charla sobre los inicios del punk y el hardcore barcelonés, Harto de todo: Que pagui Pujol! el sábado 5 de mayo en Primera Persona, en el CCCB)
Indice de imágenes, en orden descendiente: Jordi Valls en 1976-77; Trafalgar Square, 1963; Valls hoy, a lo Francis Bacon; Valls con Genesis P. Orridge y Paula en 1983

20 mar 2012

Vázquez vs. Vázquez


De tal palo tal astilla. Y de tal Vázquez, tal Vázquez. Uno puede trascender con su obra, pero también con el talento de sus hijos.
A Vázquez Senior no creemos que le importara demasiado eso de trascender y Vázquez Junior seguramente se carcajeará con esa misma frase. Pero el caso es que es un lujo que uno de los realizadores emergentes con más proyección de la ciudad haya decidido poner su azotea superpoblada de ideas al servicio de hablar sobre la obra de su progenitor, leyenda del tebeo patrio y rupturista de todos los moldes.
Vázquez es una leyenda mundial de la viñeta cómica porque inventó personajes tan incrustados en nuestro imaginario como Las hermanas Gilda o Anacleto, pero sin duda su mejor creación fue él mismo.
Vázquez Hijo quiere hablar de cómo el personaje público, incluso el personaje de sus tiras más autobiográficas, puede devorar a la persona. Y lo quiere hacer desde su Primera Persona: con un vídeo hilarante, sí, pero también interactuando con esa pieza audiovisual el día de los fastos (en su caso, actuará el 5 de mayo). Una vez más, el yo de Vázquez Junior que veremos en la pantalla se batirá el cobre con su yo real.
Nadie lo podría hacer mejor que él, ya que en la película El Gran Vázquez, de Óscar Aibar, es él mismo el que, como actor e interpretando a un médico, ayuda a darse a luz a su pequeño yo en la ficción.
No contento con tanta generosidad, ha tenido la gentileza de explicarnos un poco su apuesta:


"
La idea es explicar, en una especie de vídeo-diario, cómo mi padre acaba convirtiendose en su principal personaje. A través de mi primera persona analizar de qué modo él utilizaba este vehículo en sus historietas hasta convertirse en su personaje mas famoso.
¿Que fue antes, el personaje o la persona? ¿Era Vázquez el moroso que decía ser o la leyenda que acabó comiéndose a la persona? Vázquez se convierte en unos de los primeros autores españoles, por no decir el primero, en utilizarse a sí mismo como personaje principal de sus historias. Desde situaciones normales de mi propia vida analizaré cómo él hablaba de la suya en sus historietas y de cómo acabó convirtiéndose en el personaje que él mismo creó.
Manuel Vazquez.
"


En fin, un juego de espejos fascinante. Es más, Vázquez Jr. adelanta para el blog de Primera Persona un teaser de la pieza que proyectará y sobre la que trabajará para el insensato público que se acerque al CCCB:


19 mar 2012

Así habló el pubescente: una entrevista con Ben Brooks

Pueden leer una entrevista con el joven Ben Brooks en Bendito Atraso, la página de Kiko Amat.
Esta versión lleva unas cuantas preguntas extra que la publicada en Rockdelux no incluía, así que podrán informarse sobre los efectos de la mezedrina y el papel del padrastro en la novela, y a la vez disfrutarán de la ilustrativa, honesta y monosilábica respuesta de Brooks a una capciosa pregunta sobre la literatura experimental.

15 mar 2012

Tatúa a Ben Brooks


Ben Brooks, que nació en Gloucester y ahora vive en Londres, tiene 19 años y cinco libros publicados. Su incontinencia creativa (Stephen King: tiembla) tiene que ver tanto con su escandalosa edad como con su genuino talento para lograr que su obra frenética sea una extensión de su vida espídica.
Porque Brooks no es un "escritor joven", entendiendo el joven literato como ser humano que aún no necesita pulseras para el reuma pero que ya no recuerda qué se siente al beber en la calle, al escuchar una canción 15 veces seguidas hasta que parece más corta y al tener sexo en un portal. No, Brooks es joven a secas y con letras de neón, así que escribe como nadie sobre su generación. Una generación (Potter, Facebook, Superyo) con una desvergüenza fogueada en las redes sociales y con un talento para los diálogos chispeantes que otros adultos tardarían siete vidas en recrear, feneciendo en el intento.
Dado que sus novelas son una extensión de su hiperventilación vital, de su ritmo acelerado, su participación en Primera Persona no será menos.
Ben toma esto como una excursión, de la que quiere guardar un curioso recuerdo... Como cantaba Concha Piquer, vocalista que sin duda Ben tiene en su iPod al lado de The Streets y Wu-Tan Clang, "Mira mi brazo tatuado, con este nombre de mujer, es el recuerdo del pasado, que nunca más ha de volver". Aquí nos lo explica. Ben al habla para el blog de Primera Persona. Todo esto está pasando y todo esto pasará:

"Mi show se llamará "Esto es lo que está pasando". 
Leeré un largo diario de todo aquello que ha salido de o desde mi cuerpo durante un día. Por ejemplo, si me he masturbado, diré cuándo y dónde y qué estaba mirando o qué estaba pensando mientras lo hacía. Lo mismo para defecar, orinar, lavarme y vomitar. Mientras todo esto está sucediendo, cuatro personas del público me tatuarán dos palabras en en la parte trasera de mis piernas. Las palabras serán elegidas por alguien más de la grada. Yo no sabré qué palabras son hasta que ya esté todo hecho."

Así pues, vayan maquinando opciones. Los coordinadores de Primera Persona les rogamos que no piensen sólo en esdrújulas. Por el momento, y para abrir boca, he aquí un par de tremendos fragmentos de su aplaudida novela Crezco, editada en español por el sello barcelonés Blackie Books y en catalán por Empúries (Fes-te gran):

"En la televisión dan la primera película de Harry Potter.. Un montón de barcos brillantes se mueven sobre el agua negra. He visto esta película más veces de las que he follado. Es una estadística que tengo que invertir. Empezaré por no verla otra vez.

- Jasper -me dice, ¿qué generación somos nosotros?
Me encojo de hombros.
- No lo sé. L Z o algo así.
- No, es la Y -afirma Ping.
- Pensaba que éramos la Generación X.
- No, gilipollas -digo-. La Generación X fueron Van Halen y esos.
- Deberíamos ser la Generación Culo.
- ¿Por qué cojones deberíamos ser la Generación Culo?
 - Porque somos la primera generación que se ha liberado del estigma asociado al sexo anal.
- No es verdad.
- Sí, yo no pienso acercarme al culo de nadie.
- Vale, entonces somos la Generación Capullo.
- Sea cual sea, me parece que no formamos parte de ella.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- ¿Qué porcentaje de la población mundial crees que son chicos blancos de clase media?
- La generación la compoen los ricos, imbécil, claro que formamos parte de ella.
- Claro. Si no, no se le habría puesto el nombre de un grupo punk. Habría sido la Generación Malaria o algo así.
- La Generación X no se llama así por un grupo, se llama así por el libro.
- Qué va, ese libro era una puta mierda. Se llama así por el grupo.
- Mi madre dice que somos la Generación Facebook -comenta Ping.
- Uf, me encantaría follarme a tu madre."


Más información sobre Brooks:

- En esta entrevista de Kiko Amat para la revista Rockdelux: 






Tobi Vail está pensando

Tobi Vail (Bikini Kill, Frumpies, Bands Against Bush, Ladyfest, fanzine Jigsaw y un imponente etcétera ) está pensando en su show para Primera Persona. Será una combinación de fotos privadas de su comunidad, familia y gang juvenil, combinadas con dos películas en Super 8 realizadas por ella misma, una sesión de lectura de textos en primera persona y, intercaladas con estos, varias interpretaciones de punk rock vigoroso, estilo Olympia.
Ayer nos contó lo que hay en su mente:

"Estaba pensando acerca de “Running on the spot” de The Jam y sobre cómo escribir sobre los diferentes momentos y tiempos políticos en los que he estado involucrada desde 1983 a 2012. Intentando decidir en qué partes iba a centrarme para Sham Pants, el nuevo fanzine que estoy escribiendo con Joaquín de la Puente. Estamos en mitad de un toma y daca sobre historia en la revista. Joaquín escribe sobre el peligro de la nostalgia en lo que podríamos denominar "The Rock and Roll High School of Rock and Roll Storytelling", y razona cómo todo es un archivo y sobre el peligro de la nostalgia. Entonces yo respondo con algo que suena un poco vago, pero que es, básicamente, un alegato en favor de la historia, pro-memorias. Después de decir algo así necesito un ejemplo que respalde mi argumento, y creo que ahí es donde todo encaja en Primera Persona. Hay mucho material, y esto podría convertirse en un libro entero, así que tengo que limitar la búsqueda para que sea manejable.
Rock Against Reagan (1983) y Bands Against Bush (2003). 20 años después de ese día. Esa es una de las historias que voy a contar.  Cómo la historia crea historia en el relato de la misma. Voy a incluir lo que escribí sobre Rock Against Reagan, que posteriormente comenzó Bandas contra Bush, que luego despegó a nivel internacional y tuvo una muerte espectacular. Una inspiración de Bands Against Bush fue Rachel Corrie, ¿sabes quién es? Probablemente tendré que contar eso para el público de Barcelona. Esta mañana empezaré a escribir esta historia para vosotros.
También quiero hablar sobre la relación entre Riot Grrl y Ladyfest. Hoy en día tenemos el Occupy Movement y Pussy Riot, y ambas cosas nos conducen a la fecha actual. En este momento estoy trabajando también en artículos sobre ambos eventos.
La mayor parte de Sham Pants # 1 son entrevistas con nuestros amigos en Londres acerca de los disturbios que ocurrieron antes de lo de Occupy. También es una historia interesante. Escribí una cosa para el fanzine sobre Susan Stern, de The Weather Underground y los disturbios de Seattle en el verano de 1969.
Voy a enviaros fotos de mi familia en Oklahoma que os van a dejar de piedra. Espero que de alguna forma puedan encajarse en mi presentación.

Así que ahora ya me tenéis casi escribiendo un libro. Os adjunto una foto de mí misma pensando para Primera Persona. La foto es de Amy Yao.
Gracias por incluirme en el festival.

He visto High Hopes y Naked esta misma semana, así que creo que estoy en el estado de ánimo adecuado para Primera Persona. No paro de pensar en esa escena de High Hopes, cuando van a visitar la tumba de Karl Marx en el cementerio de Highgate. Uau.
Joaquín está escribiendo un guión para una comedia breve sobre la revolución rusa. También escribe un comic llamado Bam Bam and The Barbarians. Lo que escribió sobre El Salvador, y que os comenté que podríamos incluir en el show, fue escrito cuando visitó a su madre allí el verano pasado. Es muy bueno.

Como te dije, hay un par de películas que desearía mostrar. Son una combinación entre "película casera" y obra de arte. Como grabar imágenes tipo Súper 8 para documentar un pedazo de su vida, y luego hacer algo artístico con ese pedazo de tu vida. No es un documental ni una obra narrativa, pero sí es un tipo de arte que creo que encaja con el tema de Primera Persona. El mío se llama Nostalgia y la banda sonora es yo misma cantando el “Nostalgia” de Weekend, el grupo de Alison Statton. Yo filmé las imágenes y Joaquín las editó. Soy la directora, por decirlo de algún modo. La película de Joaquín se grabó en North Carolina. Se llama Johnson Family Farm y se pasó en el Olympia Film Festival.  

Y eso es todo por ahora. Mis mejores deseos para un buen día."
Tobi Vail

6 mar 2012

Los nombres reales serán la prueba de esto



Batallitas, luchas, peleas, combates.
Un viejo concepto: guerras que no salen en los mapas.
Una lección de historia, como dijeron los Minutemen. Sólo que esta es nuestra historia. No la que enseñaban en BUP. La otra, la de veras, la de nuestros amigos, la de los que nos precedieron, nuestra tradición inventada, nuestra nueva tradición, que no era la de nuestros padres.
Nuestra tradición fue su decepción, por decirlo de algún modo.
Y esa historia, enclavada en nuestra geografía, llena de nuestros héroes y villanos, tiene que estar hecha de nombres propios. “Los nombres propios serán la prueba de esto”, cantaron los Minutemen.
Dando señas de identidad, autentificando sus vidas, incrustando la canción en el terreno de lo real. Con emplazamientos, personajes, grupos reales. Aventuras cerca de casa, como dirían las Raincoats. Aventuras aquí al laíto, lo que pasó de veras, cerca de mi calle. Desde el Yo y el Nosotros, único parámetro aceptable.
“Kiss me deadly” de Generation X es una de esas canciones.
“History lesson Pt.II” de Minutemen es otra.
Aquí salen sus amigos, sus mentores, aquí aparecen salen sus desgracias y sus barrios. Los de verdad. Sin pseudónimos.
Señor narrador: yo soy mi propio Bob Dylan. No necesito otro.
Esto es Bob Dylan para mí.
Mi tradición.
¿Quién quiere contar las aventuras de otro, cuando las de uno mismo están allí, echando la puerta abajo?
Nuestra banda podría ser tu vida. Nuestra canción podría hablar de tu vida. Primera Persona podría ser la letra de esta canción. Nuestro festival podría ser tu vida.
Si Primera Persona va de algo, es de nombres propios. Sin coartada, sin opacidad, sin cinismo, sin posmodernismo, sin pretensiones artys: solo Primeras Personas, contando su historia.
Esta es una, pero hay muchas otras. Mejor no olvidarlas. Son lo más importante que conocemos.

Our band could be your life
Real names'd be proof
Me and Mike Watt, we played for years
Punk rock changed our lives

We learned punk rock in Hollywood
Drove up from Pedro
We were fucking corndogs
We'd go drink and pogo

Mr Narrator,
This is Bob Dylan to me
My story could be his songs
I'm his soldier child

Our band is scientist rock
But I was E Bloom, Richard Hell,
Joe Strummer and John Doe
Me and Mike Watt, playing guitar